Sobre Antz (1998)
Antz es uno de los primeros largometrajes de animación que se estrenaron y , aunque ha quedado un poco más olvidado que otros (por ejemplo, Bichos, que se “inspira” en él) por no pertenecer al universo Disney, deja buen sabor de boca, porque combina muy bien entretenimiento y cierto nivel de reflexión. De hecho es una película dirigida al público adulto, lo que se nota, por ejemplo, en que hay algún chascarrillo de temática sexual y en que no tiene esos personajillos graciosos que son idiotas o se dan trastazos para sumar risas, característicos de otras películas más enfocadas al público infantil. Aquí tienes información sobre ella.

Antz (Hormigaz en español) cuenta la historia de Z-4196, una hormiga obrera egocéntrica y rebelde a su manera que está harta de la vida en el hormiguero. Porque en el hormiguero las clases sociales, las tareas e incluso las horas de ocio están totalmente uniformadas y reguladas. Nadie excepto Z parece poner en duda que la participación colectiva de todos, cumpliendo cada uno con su función “social”, es lo que hace funcionar la comunidad y además supone la única forma de vida conocida y posible.
Un buen día una hormiga vieja y borracha habla a Z de “Insectopia”, un lugar paradisíaco fuera del hormiguero-caverna en el que la vida es distinta porque cada uno hace lo que quiere y no hay que trabajar. El viaje hasta allí propiciado por ciertos accidentes y aventurillas que no quiero contar para no destripar es en lo que consiste buena parte del resto de la película, que por lo demás es muy convencional, y tiene el clásico esquema de héroe en busca de un tesoro que al final está dentro de él mismo… En fin, típico desarrollo, pero divertido y armado con mucha inteligencia.
Filosofía en el hormiguero
Aunque hay mucha más miga filosófica que se podría sacar a esta historia y que mencionaré al final, enfocaré este pequeño análisis en su relación con la Filosofía de Platón. En efecto, el hormiguero tiene una distribución en clases parecida a las que propone el gran filósofo ateniense en su República:
- Las hormigas obreras de Antz se corresponden con los productores en el Estado Ideal. Son la mayoría, no tienen capacidad alguna de decisión y dedican su tiempo libre al ocio “apetitivo”, en este caso sorber el culo a pulgones (puaj) y bailar una horrenda versión de Guantanamera (canción cubana, país con régimen comunista…) todos a una.

- Las hormigas soldado son evidentemente los guardianes, si bien, como comentaré luego, igual que la clase superior no se corresponde exactamente con lo que Platón proponía para su ciudad utópica. En todo caso sí cumplen con la función de proteger al grupo y mantener el orden, y además viven aparte de los obreros, pero sí parece que pueden compartir algún tiempo de ocio con ellos en la película, cosa que a Platón le hubiera parecido fatal.
- Y por último, hay una aristocracia, que en la película la forman la reina, su hija y su corte, que en este caso NO SE CORRESPONDE con la clase de los filósofos gobernantes o reyes sabios o como queramos llamarlo que Platón cree que deben regir el destino del estado. En efecto, la reina lo es por naturaleza, es decir, porque es la que “pare” a todas las hormigas, y no lo es por mérito intelectual alguno. En el Estado Ideal platónico, en cambio, quien gobierna lo hace porque conoce las ideas, es decir, porque ha sido educado. Esta es la gran diferencia entre la jerarquía social de Antz y el de la ciudad ideal platónica.
¿Quién manda aquí?
Aunque formalmente parece que la Reina puede gobernar a su prole, en realidad todas las decisiones políticas que aparecen en la película -hasta el desenlace final- las toma Mandible, el general en jefe de los soldados. Por lo tanto, lo que hay en el hormiguero NO es una aristocracia meritocrática, que ya sabemos que es como se llama la forma de gobierno del Estado Ideal, sino una forma de timocracia (el gobierno de los fuertes, es decir, de los militares) que degenerará en tiranía a no ser que Z y su ligue, la princesa Bala, hagan algo para remediarlo.

Antz nos sirve para entender las reflexiones de Platón sobre los motivos que hacen que el poder sobre los demás tienda por nuestra naturaleza “sensible” y corrupta a degenerar y estropearse. Si la reina, que parece ser justa y razonable y estar preparada para gobernar -en este caso por naturaleza, no por educación, como he dicho antes- no lo hace, ese vacío de poder lo ocupan las malas intenciones de quien tiene un carácter y una voluntad (que eso significa thimos) dirigidos al mal, en este caso en forma de abuso de poder. Mandible toma decisiones para su propio beneficio, en este caso alcanzar el poder absoluto en el futuro si elimina a la reina y las obreras para fundar otra colonia. Como Platón bien decía, si el que gobierna lo hace porque quiere gobernar y nada más, no podemos esperar de él nada bueno, y si quien puede gobernar por sus cualidades (en este caso sería la reina, con las matizaciones que hice antes) renuncia a ello por el motivo que sea, estará perjudicando al pueblo.
Sociedad cerrada
Otro aspecto muy interesante que se puede analizar en la película es el funcionamiento y principios organizativos de lo que Popper llamó, como hemos visto en clase, “sociedades cerradas”. Ya vimos que este filósofo del s XX acusó a Platón, entre otros, de defender modelos utópicos basados en lo que se suele llamar “ingeniería social”, es decir, en una planificación previa en el tiempo de las actividades y conductas humanas de una sociedad completa según patrones predeterminados. Una sociedad cerrada es una sociedad sin libertad individual y sin apenas movilidad social voluntaria. Es decir, nadie está por encima de su papel en la sociedad, y las voluntades individuales quedan abolidas. Efectivamente el hormiguero es un modelo perfecto de sociedad cerrada y no hace falta ni mencionar ejemplos de ello, porque media película consiste en su descripción. En la intención de los guionistas supongo que lo que hay es una crítica -poco velada- a los regímenes comunistas y a la deshumanización que causa su modelo aparentemente igualitarista. En efecto, en estos regímenes -pensemos en la URSS como su paradigma- se procuraba, en teoría, el igual acceso de todos a los mismos bienes y servicios, y todas las iniciativas individuales productivas, artísticas, económicas, etc o estaban censuradas o debían diluirse en la gran obra “común” que era la marcha hacia la utópica sociedad comunista. En fin, no nos desviemos más de Platón…
La sociedad platónica en efecto era muy cerrada en su planteamiento, pero me gustaría salir en defensa de este inmenso pensador, y aclarar que todo lo previsto en la República no deja de ser un constructo teórico. En la realidad él mismo se conformó con intentar que fueran los reyes ya existentes quienes se dejaran educar (y le salió el tiro por la culata en Siracusa) y, como conocedor profundo de la naturaleza humana que era, sabría que las medidas draconianas de las que habla en su libro (eugenesia, procreación por sorteo, separación de niños de sus familias, prohibición de propiedad privada a guardianes y sabios, etc) son unos máximos teóricos, y no unas condiciones absolutas, para intentar otro modelo de sociedad. De hecho, y volviendo a Antz, buena parte del humor que atesora consiste en poner de manifiesto el absurdo de ese igualitarismo imposible, como vemos en el bar y sus bailes o en el comportamiento irracional y suicida de los soldados en la batalla con las termitas.
El Estado Ideal platónico era, por lo tanto, una sociedad cerrada, cierto, pero también un modelo fantasioso y teórico, y Antz nos sirve para poner en imágenes lo artificioso e irreal que es, así que criticar a Platón con demasiada ferocidad es un poco como enfadarse con la tele cuando mete gol el equipo contrario.

Individuo y sociedad
Otro aspecto interesante de la película, pero que no quiero desarrollar mucho porque esto ya se está alargando demasiado, es el modelo de individuo que aparece reflejado tanto en Z como en los habitantes de “Insectopia”. Como es una película inteligente, estos personajes se han construído de forma coherente, y por eso no son héroes ni “seres de luz” a los que solo se les ocurren ideas geniales, como en la típica película ramplona, sino bichos llenos de dudas, defectuosos, inseguros, corruptibles, concupiscentes… Sin embargo son ellos, y en especial el timorato Z, la única alternativa a la rígida organización social. ¿Qué diría Platón de todo esto? ¿Qué pensarían los antiguos atenienses de este atajo de “idiotas” que solo se preocupan de sí mismos? Ahí lo dejo.
Otros temas
Hay otras cuestiones que la película evoca y que me gustaría que reflexionárais vosotr@s mism@s sobre ellas, solo las menciono:
- La “caverna” en la que viven las hormigas, de la que, cuando salen, son heridas por el “sol”…
- fisis-nomos: ¿las clases del hormiguero son “sociales” o “naturales”? Es decir, están formadas por naturaleza (fisis), pero las vemos -por ser una ficción en la que se antropomorfiza a las hormigas- organizadas por convenciones (nomos) ¿Qué dirían Sócrates y Protágoras de todo esto?
- El mensaje de la película, finalmente, ¿es individualista o comunitarista? Es decir, visto el final y las conclusiones, ¿qué mensaje nos quieren vender sus autores? ¿y qué grado de compromiso tienen con él?
- ¿Z representa un “arquetipo” certero de cómo somos los individuos occidentales? ¿o tiene una personalidad demasiado extravagante?
- ¿Hay lecciones que podamos sacar de Antz? ¿Nos muestra algún tipo de ejemplo o camino a seguir para mejorar nuestra sociedad o a nosotros mismos?
